Un reclamo habitacional y de seguridad terminó en represión y detención de mujeres que ahora denuncian lo vivido en manos de la policía.
Un grupo de mujeres fue detenida tras una represión en la zona sudeste el pasado 21 de julio, de la cual ahora se conocen detalles violentos al estar privadas de su libertad.
De esta manera sus representantes legales pidieron intervención de la Fiscalía de Derechos Humanos, denunciando a la policía por la violencia ejercida. Mientras que la imputación hacia las mujeres es por usurpación, desobediencia judicial, resistencia a la autoridad y supuesta rotura de móviles de la policía.
“He visto una práctica muy común, menospreciar a personas de escasos recursos o personas que hacen un reclamo por cuestiones sociales” podría decirse algo así como: “detenidos de cierta categoría” según palabras del abogado de tres detenidas, Álvaro Arias.
El representante legal afirma que denunciarán lo sucedido y pidieron el sobreseimiento. Hizo énfasis en una “confusión” dentro de la toma, tras llevarse sin motivos a Guadalupe, una mujer que no participaba del reclamo, quien solo pasaba por allí e intentó cubrir a un niño que en brazos de su madre estaba siendo golpeado indirectamente por la policía.
Según Guadalupe, quien regresaba de ayudar en un merendero, aseguró: “un policía me tomó de los pelos” y sin entender nada se la llevan detenida. Allí se entera que estaba acusada por usurpación y por intentar prender fuego durante la toma, situación en la cual ya no estaba presente y desconocía.
Sumado a esta “confusión” la joven denuncia que le negaron el acceso a elementos de higiene menstrual y por otro lado “ninguno de los efectivos policiales tenía nombre”. Según Arias, su abogado, aún no hay novedades pero se solicitó el archivo de la causa y se iniciara la denuncia tras la violencia policial recibida.