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Abuso y discriminación: Mujeres indígenas silenciadas e invisibilizadas

Abuso y discriminación: Mujeres indígenas silenciadas e invisibilizadas

Por primera vez un grupo de mujeres indígenas habitantes en el territorio salteño levantan la voz para denunciar lo que es público y notorio en la provincia y en el país: la persistencia de violaciones y abusos sexuales que cometen hombres “criollos” en perjuicio de niñas y mujeres de los pueblos originarios. Y las consecuencias que esas prácticas tienen sobre ellas, sobre las comunidades y, particularmente, sobre las niñas y niños concebidos en estas circunstancias.

Unas 30 mujeres de la comunidad Misión Kilómetro 2, cercana a la localidad de Pluma de Pato sobre la ruta nacional 81 en el Chaco salteño, presentaron una carta dirigida al ministro de Seguridad y Justicia de Salta, Abel Cornejo, denunciando estas prácticas y exigiendo “se respete el derecho a la identidad de nuestros hijos y se repare el daño causado por los hombres que rechazaron sus responsabilidades como padres”.

“Las mujeres que suscribimos esta nota hemos sido madres de niños que han nacido fruto de relaciones con hombres ‘criollos’ como se los llama comúnmente por esta zona, hombres que no pertenecen a nuestra comunidad. Estos hombres han rechazado su rol como padres dejando toda la responsabilidad a nosotras quienes –como pudimos- llevamos adelante la maternidad en contextos de extrema vulnerabilidad”. “Muchas de esas relaciones no fueron consentidas, y también muchas de ellas sucedieron a una muy temprana edad, en condiciones que hoy reconocemos como claros abusos”. Afirma la carta que fue entregada por la mujer wichí Octorina Zamora, que viene denunciando estas prácticas desde la década de los 80.

En la misiva las mujeres dicen que sienten la necesidad de contar “todo el dolor que nos tocó y nos toca pasar hoy en día como mujeres y madres indígenas llevando adelante una lucha que ha sido durante años invisibilizada y silenciada”.  A su vez este encuentro fue consecuencia directa del asesinato de la niña Pamela Julia Flores, a mediados de enero pasado.

Abuso, abandono y discriminación

“Con esta carta queremos denunciar a todos esos hombres que nunca cumplieron con sus obligaciones como padres pisoteando los derechos de identidad de nuestros niños”, afirman las mujeres en la nota presentada ayer.

Esos hombres, añaden, “marcaron para siempre nuestras vidas, y la de nuestros niños causando un daño irreparable en nuestra sociedad indígena”. “Somos muchas las mujeres que llevamos esta carga, este sufrimiento. Sufrimiento por ser rechazadas, sufrimientos por ser discriminadas, sufrimiento por nuestros hijos, a quienes se les han negado sus derechos, sufrimiento por el futuro de nuestra comunidad indígena la cual estará formada por hombres y mujeres sin identidad, hombres y mujeres criados con rechazo”.

Las mujeres cuentan que la mayoría de sus hijos e hijas “son hijos de personas que caminan impunemente por las calles del pueblo. Nuestros hijos son hijos de los primeros trabajadores de la ruta que vinieron de otras provincias, son hijos de almaceneros, de los carniceros, de policías, de gendarmes, de maestros, enfermeros, y de todos los que en su momento quisieron ‘satisfacer’ con nuestros cuerpos sus deseos sexuales”.

Estos hechos “se vienen repitiendo de generación en generación, pero no es una historia del pasado, ya que estas prácticas, este comportamiento hacia nuestras mujeres continúa sucediendo al día de hoy”.

Testimonios del rechazo

Para describir mejor su denuncia, la carta reúne testimonios de mujeres.

-“El padre de mi niño era un hombre que vino a trabajar en la ruta, me embaracé con 14 años, él tenía 40. Después de un tiempo se fue, me dejó sola y se fue a otra provincia. Con el tiempo también entendí que fui abusada y no lo sabía”.

-“Mi hijo es hijo de un trabajador de la salud, un enfermero. Un día le llevé a su hijo para que lo conozca y nos echó como a un perro. Mi hijo sufre por eso”.

-“Trabajaba limpiando en una casa en el pueblo de Pluma, mi patrón me embarazó y nunca se hizo cargo, nos rechaza, somos su vergüenza. Pero él continúa haciendo lo mismo a otras mujeres, a otras chicas”.

-“Mi hija es hija de un carnicero reconocido en la zona, intenté denunciarlo en Morillo (Coronel Juan Solá) para que me reconozcan a mi hija, pero la policía se burlaba de mí y nunca me tomaron la denuncia. En Pluma es peor”.

-“El padre de mi hijo tiene como 5 hijos con distintas mujeres de esta Misión, no se ha hecho cargo de ninguno de ellos pero sigue teniendo hijos como si fuera un juego”.

-“El padre de mi niña me engañó, hoy no puedo sostener una familia, no puedo decirle a mis hijos que su padre nunca los quiso”.

-“Muchos criollos que tienen hijos en la Misión también tienen negocios, muchas veces compran el silencio de las mujeres y de la comunidad entregando mercadería”.

-“Mi niño sufre porque él sabe quien es su padre, alguien del pueblo, que ya formó otra familia, pero cuando ve a mi hijo lo rechaza, lo insulta”.

-“Es difícil criar a un niño que es diferente, que es hijo no reconocido, cuesta criarlo con amor, cuesta mucho. Tengo miedo que sea una persona infeliz”.

-“Nuestros niños sienten que no pertenecen a ningún lado, ya que se sienten Wichí pero se ven como criollos, por eso son víctimas de burlas crueles de parte de otros niños. Mi hijo me pregunta ¿por qué somos distintos?

Devolver derechos negados

Las mujeres hicieron cuatro pedidos concretos al ministro de Seguridad.

Que “Arbitre los medios necesarios para que la Justicia investigue e intervenga con todo el peso de la ley para devolvernos los derechos que nos fueron negados, así como también devolvérselos a nuestros hijos, que convoque urgentemente a autoridades, ministerios u organismos que tengan competencia”.

Que ponga “a disposición los equipos interdisciplinarios del Ministerio convocando a abogadas, psicólogas, trabajadoras sociales y personal competente capacitado para asistir en la denuncia de nuestro caso”.

“Así mismo, y entendiendo la gravedad de semejante denuncia y la sensibilidad de la información, solicitamos también a usted que nos brinde protección y acompañamiento durante todo el proceso para resguardar nuestras identidades, así como también las identidades de nuestros hijos menores”.

Y solicitaron que les “garantice la seguridad tanto a madres como a hijos una vez que esta denuncia se haga pública”.

El texto cierra de manera elocuente: “Esta carta es entonces un pedido de justicia, un pedido de reparación para nuestras mujeres, nuestras infancias, nuestras familias y para nuestra comunidad”.

Primer libro bilingüe de una comunidad originaria de Salta

Primer libro bilingüe de una comunidad originaria de Salta

Verónica Ardanáz, escritora, gestora cultural, documentalista e integrante del espacio cultural Cebil y las grandes escritoras Karina y Evita Mendoza presentarán hoy el primer libro bilingüe de poesía editado por una comunidad originaria en Salta. El nombre del libro es Lha Hä Watsancheyäj / Nuestra naturaleza verde sostenida

Sobre el proyecto dijo Ardanáz “Es la primera editorial en pueblos originarios, esto se hizo gracias al fondo nacional de las artes, soy parte de este equipo y parte de esta familia hermosa que hace muchos años que viene trabajando por la cultura wichi”

Por otro lado Karina Mendóza, maestra intercultural dijo “estamos muy emocionados de presentar el primer libro Wichi con mucha escritura, mas que nada la palabra viva que nosotros expresamos, que nosotros sentimos, para eso venimos, para presentar, para que conozcan nuestra cultura viva y que tomen consciencia de tantas cosas que están pasando en la naturaleza, mucha des forestación y además que nosotros los pueblos originarios necesitamos que nos escuchen, es lo que quiero expresar” y agrega “soy de la comunidad wichi de Santa Victoria Este, comunidad Santa Victoria dos”

Por su parte dijo Evita Mendoza, estudiante del profesorado de letras, comentó “estoy con la poesía, con transmitir nuestra palabra viva” y agrega “también escribimos las poesías en dos idiomas, en Wichi y en Castellano, primero en lengua materna para rescatar la lengua que se esta perdiendo también, los chicos que están cerca de la ciudad ya no hablan la lengua y segundo nosotros siempre trasmitimos todas las necesidades, todos los problemas, siempre fue oral, esta vez decidimos escribirlo y expresar desde lo profundo de nuestros corazones, mas ahora en estos tiempos que son muy difíciles para nosotros

La mayoría son mujeres y cuentan además que es la primera vez que se pueden expresar su sabiduría

 

 

 

 

Cine marron para golpear al racismo

Cine marron para golpear al racismo

En el marco del Día del respeto a la Diversidad Cultural Florencia Mamaní, directora e integrante de Cine Marrón, pasó por La Cocina Política para contar sobre el taller “El blanco fácil, racismo en el cine argentino”

En cuanto a estereotipos raciales en el cine argentina y el cine marrón dijo “soy de Bs As estoy en Jujuy, mis padres son de acá, estoy en la universidad de cine en Buenos Aires hace un tiempo con “identidad marrón” un colectivo que realiza actividades y talleres anti racistas, armamos este tipo de material en el cual la gente hace una bajada de racismo una traducción de otros textos por ejemplo vinculados a afro argentinos”.

El polémico José Luis Espert compartió un twit repudiable usando una noticia de identidad marrón para discriminar, el violento personaje posteo “Mañana 12 de octubre los seres humanos normales festejamos, como toda la vida, el Dia de la Raza. Y eso no tiene nada de racista. Los simios drogados kirchneristas, no sabemos qué engendro linguístico festejarán”, ante esto piensa Mamaní “también esta eso asociar primero a un partido político kirchnerista, peronista, todos tenemos en nuestra familia alguien de un partido diferente, esto de decir simios es como una especie de argentina blanca que niega que acá hay gente que siempre estuvo, esto de los seres humanos normales me suena a esa clase de argentinos hechos y derechos”

Florencia destacó que en Jujuy la mayoría de la gente es indígena o tiene rasgos indígenas cuando ven los medios no se coinciden, comenta que hay gente que se toma como insulto que le digan mamaní o mamani, mi abuela decía “nosotros somos Mamaní porque si es Mamani es de Bolivia”, hay un montón de personas que se cambian el apellido para cambiar el estigma pero a la cara no se la sacan y pone como ejemplo alguien que estudio tiene la cara marrón y es vigilada igual

Del taller realizado en Salta participaron personas que cuestionan su identidad sexual y otras diversidades “el taller se dio en ARPIAS la mayoría eran de la comunidad lgbtiq mas compañeros indígenas, hay racismo hacia el indígena pero es una cuestión del color”

Además opina la cineasta “en nuestro caso sobre todo lo que pasó con el genocidio indígena en Argentina no es una temática muy tratada aún, hay un cine mas criollista, con esta postura de que había que invadir” y agrega “así como hay perspectiva de género tiene que haber una perspectiva antiracista”

 

 

Los pueblos originarios no dejan de sufrir y pierden su territorio

Los pueblos originarios no dejan de sufrir y pierden su territorio

Leda Kantor, antropóloga, pasó por la Cocina Política para hablar sobre los problemas de territorios Wichi en Tartagal.

Leda Kantor vive en Tartagal, Salta. Es Licenciada en antropología por la Universidad de Buenos Aires, se desempeña como investigadora y forma parte del colectivo de la radio La Voz Indígena de Tartagal. Su autoformación en etno-historia le permitió colaborar en la producción de textos vinculados a la historia de los pueblos originarios de la región aportando a la construcción de historias comunitarias por lo que sabe de las vivencias de los pueblos de Salta.

Sobre la situación de los territorios de los pueblos originarios y sus habitantes dijo “son muchas las amenazas y atropellos que reciben los pueblos para gozar de los derechos, como el principal derecho de la constitución, que es el derecho a la tierra y a los territorios, hace muchos años la expansión de la frontera agropecuaria ha ido minando los territorios indígenas desde distintos lugares, mas en las zonas rurales”

Sobre el daño que produce el agro negocio dijo “muy adentro de la ruta 86, que es territorio originario Wichi de manera ancestral, hay muchísimos emprendimientos sojeros y poroteros muy grandes, eso ha ido no solo disminuyendo la cantidad de territorio de las comunidades, sino además la problemática asociada a la ingesta de agroquímicos a través del viento que lleva el agroquímico a la comunidad, la contaminación de las aguas, el tema de todas las enfermedades asociadas a los agroquímicos, es algo que viven fuertemente las comunidades acá” y agrega “las dificultades que atraviesan las comunidades de zonas periurbanas a la Ciudad de Tartagal por el avance de la ciudad, un avance sin ningún tipo de planificación urbana, la gente de la ciudad que tiene familia no tiene espacio y se ubica en distintos lugares que ven como lugares vacíos que son tierras indígenas y bueno se van asentando y eso va minando socavando el derecho a la tierra y territorio de los pueblos”

Pero las problemáticas no terminan Kantor además denuncia que “hay otras problemáticas gravisimas como por ejemplo el basural de Tartagal que esta a metros de una comunidad Guaraní Pueblo Nuevo, y eso afecta muchísimo a toda la salud de la población, el territorio y las posibilidades de producción por un territorio que ya queda contaminado, la comunidad chorote esta a metros de la planta depuradora de líquidos cloaca les, esta comunidad chorote fue desalojada 3 veces de sus tierras ancestrales, y este lugar que es el ultimo que se asentaron después de que lo hicieron le construyeron la planta potabiliza dora, hay problemáticas fuertes de enfermedad”