El martes se presentó una denuncia por violencia de género hacia las Carmelitas Descalzas por parte del arzobispo Cargnello, dejando en evidencia años de sometimiento.
La presentación de la denuncia por violencia de género fue un recurso para poner freno a la situación de violencia vivida por las monjas del Convento San Bernardo de Carmelitas Descalzas. Ante esto, su representante legal asegura que fue en respuesta a un “pedido de auxilio por parte de la madre superiora, tras llegar a un punto limite”.
Según Claudia Zerda Lamas, abogada de las Carmelitas, “la llegada de Cargnello marca un punto de inflexión”, rodeado de “hostigamientos” constante. Ósea, que esta situación se vive desde 1999.
Se habla de una situación de descontento por parte del arzobispo tras la devoción de las Carmelitas hacia imágenes no aprobadas por la Iglesia católica, pero aún y eso la representante legal sostiene que “ellas creen en imágenes, son personas que pertenecen a un grupo de religiosas que solo realizan apoyo espiritual y acompañan. Ellas no están en la parte humana sino en la parte sobrenatural, rezando, acompañando, no hay nada de malo en eso.”
Ante todo Lamas resalta que “nada impide vivir una vida sin violencia”, en relación a la denuncia hacia Cargnello. De esta manera se comenzara a preservar y eliminar todo tipo de “violencia física, psicológica y económica”, que podría existir hacia las monjas, ya que no deben vivir con temor.