Después de años, el centro de la ciudad amaneció con sus veredas despejadas. El fin de semana se endurecieron los controles para evitar la instalación de manteros y ambulantes. La policía de Pulleiro mostró nuevamente su peor lado.
El conflicto de manteros y vendedores ambulantes se encuentra lejos de resolverse, sin embargo, y tras un fuerte trabajo de despeje esta mañana las peatonales capitalinas amanecieron liberadas después de años donde las mantas de cada vez más trabajadores informales se convirtieron en el paisaje saturado para los vecinos y vecinas de la ciudad.
Desde la Municipalidad de Salta, Frida Fonseca en comunicación con medios locales aseguró que se continuará con el control riguroso con el objeto de mantener las veredas despejadas. Además afirmó que en todo momento apelaron al dialogo con los trabajadores a quienes ofrecieron la posibilidad de vender en parte del Parque San Martín y ser reubicados en otros lugares de la ciudad para que puedan continuar con su trabajo. Sin embargo, parte del sindicalismo llamó a movilizar a los manteros durante todo el fin de semana.
En los últimos días se vivieron jornadas de gran tensión con trabajadores empujando para instalarse en el centro de la ciudad y evitar la reubicación que en primera instancia ya habían acordado con el Gobierno de la Capital. En este contexto, la decisión del Ejecutivo Provincial convirtió en violencia la manifestación culminando con la detención de más de 60 trabajadores donde la mayoría eran mujeres y 2 adolescentes que también fueron detenidas.
El modus operandi de Juan Manuel Pulleiro frente a manifestaciones sociales de cualquier índole (cabe recordar su actuación durante el conflicto con los docentes) agravó la situación en la avenida San Martín. El ex militar mandó a la policía directamente a reprimir y levantar a los manteros que se manifestaban en el lugar. Represión parece ser la respuesta a todo para el Gobierno provincial que en esta ocasión no diferenció entre mujeres o menores de edad.