Durante el mes de febrero y marzo se estuvo diagramando el plan económico y financiero que Argentina va a tener que cumplir en los próximos años, en virtud de acuerdo que se llevó a cabo entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El Banco Central (BCRA) volvió a mover las tasas de interés que pagan los plazos fijos en pesos. Se trata de la cuarta suba en lo que va del año, en un intento por lograr que las tasas de interés reales sean positivas, en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Es decir, que no pierdan contra la inflación.
En detalle, el aumento que anunció el organismo que dirige Miguel Ángel Pesce el miércoles pasado fue de 250 puntos básicos. De esta manera, la tasa de los plazos fijos en bancos a 30 días trepó del 43,5% a un 46% nominal anual. Esto implica una tasa efectiva anual (TEA) del 57,1%
Sin embargo, el número volvió a quedarse corto si se toma como referencia el último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), informe que realiza mensualmente el Banco Central. De acuerdo con las estimaciones de los economistas, este año cerraría con una inflación de entre el 59,2% y el 60,9%. En definitiva, el rendimiento de los plazos fijos estarían entre 2,1 y 3,8 puntos básicos abajo.
Como alternativa entre los ahorristas en pesos, en el último año ganaron protagonismo los plazos fijos UVA. Esta herramienta financiera ajusta inflación más 1%, por lo que asegura no perder ante el aumento de los precios. Como contraparte, se exige un plazo de permanencia mínima de 90 días, en vez de los 30 días de un plazo fijo tradicional.