El 22 de marzo se designó como el Día Mundial del Agua por parte de la ONU, una oportunidad para comprender y generar conciencia. Dando lugar a las problemáticas a su alrededor y proyectando en consecuencia. El agua constituye un recurso natural escaso y está relacionado con diversos factores, entre ellos: aumento de la población mundial, políticas públicas ineficientes y el cambio climático.
Según una investigación realizada por diversas universidades nacionales nuestra provincia se encuentra enmarca como una de las cinco provincias más críticas en acceso a agua de red y en el caso de hogares sin cloacas. “Más del 15% no tiene acceso a agua de red y casi el 30% de los hogares no tiene cloaca. Estos datos corresponden a nivel provincial. En Salta se encuentran departamentos en los que más del 70% de sus habitantes no accede al agua de red y la totalidad de los hogares no tiene cloacas, ni ducha o letrina, como es el caso de Rivadavia, en el Chaco salteño.”
Algo que no asombra saber (tal vez si reconocer) es que, según esta investigación, la zona del Chaco salteño es donde los niveles de accesibilidad al agua de red y el alcance de cloacas son los más críticos y es urgente brindar soluciones. Cuando los números muestran esta realidad no queda otra que dejar de hablar sobre las cifras y empezar a hablar sobre desigualdades, de acciones concretas con soluciones permanentes.
A comienzos de año funcionarios provinciales anunciaron 135 obras de infraestructura, con una inversión de $4.448 millones con el objetivo de optimizar el servicio de agua potable. En ese momento el Gobernador señaló este comunicado como “un plan absolutamente federal e igualador de oportunidades”. Además, según se anunció, que el 70% de las obras deberían estar en ejecución en los próximos 60 días. En ese momento se reconoció que esta era y continúa siendo una de las tantas deudas pendientes con la comunidad salteña.