Si bien el porcentaje de aumento está cerrado (un 15%) y firmado por autoridades y gremios, ha quedado una herida abierta en la relación del gobierno con los docentes.
El producto de esta herida, pareciera ser el capricho del Ministro de Educación, Matías Canepa, de no entablar dialogo, como se venía haciendo en otros años, con el sector de los docentes auto-convocados. Reduciéndolos discursivamente a una organización ilegal, no les dio el lugar en la mesa que estos se ganaron hace más de 15 años de organización y permanencia.
La Constitución Nacional en el art. 14 bis menciona “…organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.” Sumado a esto, el precedente que ha dejado sentado el gobierno provincial, es el de haber dialogado con esta organización a pesar de no haber concluido la tramitación que le otorgare personería jurídica que le diera legalidad, porque se ha considerado a lo largo de los últimos 15 o 20 años, que cuentan con la legitimidad suficiente como para ser representantes de una gran porción de los empleados públicos destinados a dar educación en todos los niveles.
Ahora cabe mencionar una cuestión técnica, dice el maestro jurista Diez Picazo, por citar uno de muchos, en su obra -La doctrina de los actos propios- “… está vedado a un sujeto pretender asumir una conducta o intentar hacer valer una pretensión jurídica contradictoria con una postura anterior en tanto esta ha originado confianza en otro sujeto que se ve perjudicado por el ejercicio de esta nueva pretensión al ver defraudada su fe puesta en el comportamiento primitivo.”
Llevando la cuestión técnica a la realidad que tratamos acá, y entendiendo que lo anterior expuesto está fundado en los principios innegables de la “buena fe”. Podemos decir que el Ministro Matías Canepa, no habría obrado de buena fe, al negarle un lugar en la mesa de dialogo a los docentes auto-convocados, asumiendo una postura contradictoria del gobierno provincial al haber aceptado la presencia de esta organización en otras instancias, osea contradiciendo los actos propios.
Quizá el Ministro Canepa cree que, al asumir en la cartera de Educación, se debería comenzar de cero con todo, desconociendo todo lo que el ejecutivo provincial actuó hasta que él asumió, digno de un comportamiento caprichoso, que dejó un saldo negativo en la sociedad, ya que al negarse al dialogo político, inevitablemente se incursiono en el enfrentamiento, porque se desconoció hasta la posibilidad de reclamo por parte de los auto-convocados, dejando en manos de la policía y la infantería, una vez definidos estos como “ilegales”, la resolución de este conflicto y tan es así que el trato que recibieron fue represivo.
La última aparición del Ministro Canepa fue con sus pares, Villada y Dib Ashur, para decir palabras más, palabras menos, que el que no vuelve a las aulas, recibirá los descuentos. Profundizando el enfrentamiento, o metiendo el dedo en la llaga, o tirando sal en la herida, en fin… Como dice el dicho, “cuando se acaba el dialogo político, comienza la guerra” y el Ministro cuenta con un lugar donde refugiarse, ya que es diputado electo y le restan dos años para cumplir su mandato.